03 Abr Atención y memoria
Cuando se lleva acabo una intervención con un niño con TDAH, siempre incidimos mucho en que esta debe ser una intervención multimodal, encaminada a la mejora global del niño ante todas las dificultades que presente y en todos los ambientes en que se desarrolla.
Es por esto, que dicha intervención no puede solo circunscribirse a las sesiones de atención psicopedagógica, ni a las medidas y adaptaciones que puedan tomarse en el centro escolar en función del estilo de aprendizaje del chico, sino que debe ser común y generalizada a los ambientes más importantes en la vida del niño: académico, social y familiar.
Es en este último en el que vamos a centrar hoy la tención, de cara a actividades y juegos que pueden desarrollarse en casa con el fin de contribuir a la mejora de las dificultades.
Trabajar sobre la memoria, atención e instrucciones.
Laberintos:
son actividades muy fáciles de encontrar, que presentan diferentes niveles de dificultad y con las que incluso podemos participar con el niño haciendo competiciones. Pueden ser materiales preparados por los propios padres, y los podemos adaptar y hacer en función de temas que interesen y motiven al niño: camiones, mariposas, deportes, etc. Encontramos desde laberintos muy sencillos, hasta realmente complejos, con los que podemos trabajar sobre la mejora de la atención en el hogar.
Puzles:
en el mercado encontramos multitud de temáticas y de diferentes dificultades. Es una actividad ideal para trabajar juntos, y con la que los niños no notarán que están trabajando, sino jugando. Los hay en forma de cubos para los más pequeños, de temas que le interesen y con un número adecuado de piezas y realmente enormes para aquellos que ya sean mayores, en 3D, con formas, etc. Seguro que encontráis uno que llame la atención de vuestro hijo.
Sopas de letras:
las podemos encontrar de toda la vida, que se resuelven con papel y lápiz, o juegos de mesa que utilizan este sistema para sus juegos. Es una actividad genial para pasar tiempo en familia, con la que todos se divertirán y con la que los niños trabajarán sobre su atención.
Diferencias:
otro juego genial, del que contamos con libros y materiales ya preparados y con diferentes niveles de dificultad según la edad del niño. En este tipo de actividades, es importante la figura del adulto como apoyo por ejemplo, si el niño emplea un tiempo excesivo en encontrar una determinada diferencia, apoyarlo para que no se frustre, darle pistas, etc. Siempre es recomendable que todas las actividades se hagan en familia, juntos, para que el niño lo perciba como actividades lúdicas en familia y no como más trabajo impuesto.
Estas son sólo algunas propuestas que puedes probar en casa y con las que seguro que obtendrás buenos resultados.
Parejas:
juegos de memoria en los que los chicos deban buscar parejas idénticas. Puede ser un material que compremos o que podemos elaborar nosotros mismos con temas que interesen al niño. No olvidemos que la motivación es algo esencial que ayudará a que el desarrollo de la actividad sea más adecuado y a que el niño muestre más interés. En este juego también se puede ir aumentando la dificultad, aumentando por ejemplo el número de fichas.
Memoria:
en el mercado podemos encontrar muchos juegos de memoria, que a través de diferentes dinámicas se desarrolla y potencia esta capacidad.
Construcción:
los juegos de construcción o en los que hay que seguir una serie de pasos o pautas para construirlo, son muy beneficiosos para trabajar el control de los impulsos, las instrucciones y el control inhibitorio, ya que en ellos debemos seguir los pasos indicados para obtener el resultado obtenido.
Rocío Meca Martínez.
Especialista en Pedagogía Terapéutica de Fundación CADAH.