Sobreprotección de los hijos

 

La sobreprotección de los hijos es un error involuntario que puede generar graves consecuencias en su desarrollo y crecimiento

 

Los hijos son lo más importante para los padres. Para la mayoría son la gran motivación de sus vidas y por eso viven en función de protegerlos. Sin embargo, en ocasiones se exceden en su cuidado y desean tenerlos en una especie de burbuja donde no les pase nada. En lugar de ayudarlos, terminan afectando sus procesos formativos.

La sobreprotección es el exceso de cuidado y res-guardo de los padres hacia los niños. Según Andrea Cárdenas, directora del Centro psicopedagógico de terapias y educación personalizada De la mano, es más frecuente cuando los hijos son muy deseados o cuando los papás son primerizos, debido a su falta de experiencia. En ocasiones se confunde la sobreprotección con las demostraciones de afecto; por eso, hay quienes creen que no es aconsejable consentir mucho a los niños. No obstante, según explica la experta, son dos cosas totalmente diferentes. Mientras que la primera es perjudicial en todos los casos, las muestras de cariño son totalmente positivas en cualquier etapa de la vida, siempre y cuando estén acompañadas de una buena educación en valores.

 

 

Asimismo, se dice que los papás de hoy en día son más sobre protectores que los de antes, que se ha pasado de una formación autoritaria y rígida, en la que incluso estaba permitido el castigo físico, a una formación más flexible que a veces llega al pun-to de perder el control y la autoridad frente a los hijos. Este segundo estilo de formación se presenta en parte porque los padres, como consecuencia de sus compromisos laborales, no pueden dedicarles el tiempo suficiente y buscan compensar la ausencia complaciendo todas las exigencias de los menores.

También es muy frecuente que quienes tuvieron menos recursos durante su infancia deseen brindarles todo lo que no detentaron y evitarles cualquier sufrimiento para, de esta manera, no cometer los errores del pasado. Pero en su afán de crear un mundo ideal para ellos, les impiden aprender a conocer la vida y enfrentarla.

 

Errores Involuntarios

Muchos nos son conscientes de la sobreprotección. De hecho, su intención no es malcriarlos, sino buscar lo mejor para ellos. Por eso, no se dan cuenta de las equivocaciones que cometen. Una forma de detectar que se está exagerando en los cuidados es revisar si se están haciendo labores que son competencia del pequeño (alistar su ropa, organizar su cuarto o hacer las tareas del colegio).

Algunos desaciertos se evidencian desde los primeros meses de paternidad con acciones como evitar darle alimentos sólidos a los bebés por miedo a que se atoren, no dejarlos caminar por temor a que se caigan o no dejarlos jugar con comida o pinturas para evitar que se ensucien. Esta serie de comportamientos entorpecen la misión del niño de explorar el mundo y ponen en evidencia las inseguridades de los padres, las cuales serán trasmitidas a sus descendientes.

Ahora bien, no se trata de ignorar los procesos de formación; la idea, según explica la sicopedagoga, es permitir al niño explorar su entorno, siempre con supervisión para no poner en riesgo su integridad. La función de los adultos es enseñar, guiar y orientar para generar más confanza. De esta manera, los menores podrán desarrollar sus propias habilidades e irán afianzando los lazos familiares.

No caer en errores

Para evitar la sobreprotección, Cárdenas recomienda a los padres:

  • Asignar tareas a sus hijos según su edad y exigir que las cumplan.
  • Estimular a los niños para que inves-tiguen y se relacionen con los demás.
  • No evitar que los niños asuman retos o enfrenten situaciones difíciles.
  • Dejarlos que tomen sus propias decisiones.
  • Confiar en sus capacidades y trasmitirles seguridad para que ellos puedan realizar por sí solos cada una de las acciones que se propongan.
  • En caso de que tengan un problema, enseñarles a buscar soluciones y no resolvérselos.
  • Por ningún motivo, realizar las labores de los hijos.
  • Cuando cometan un error, no justificarlos y dejar que asuman la responsabilidad de sus actos.

 

>Riesgos de la Sobreprotección

Con el tiempo, los niños sobreprotegidos pueden:
  • Ser víctimas de acoso escolar por parte de sus compañeros o ser abusadores.
  • Generar problemas de disciplina en el hogar y en el colegio.
  • Ser tímidos, inseguros o con problemas para relacionarse con los demás.
  • Tener poca tolerancia al fracaso y la frustración.
  • Tener poca capacidad de resiliencia.
  • Presentar problemas de aprendizaje.

 

Tomado de:

Vivir Bien Colmédica